365 días de libros: junio 2009

50 años de Boris Vian

Boris Vian murió hace hoy 50 años, el 23 de junio de 1959. Novelista, dramaturgo, poeta, traductor, trompetista, compositor de óperas y de canciones de music-hall, autor de ensayos sobre el jazz y el cine, ingeniero de caminos, bohemio y snob autoconfeso, autor de novelas policíacas pseudoeróticas con el pseudónimo de Vernon Sullivan, cantante, amigo de Raymond Queneau, discípulo de Alfred Jarry, antimilitarista, patafísico, actor de cine, casado y padre de una hija.

Lo más importante en la vida es emitir juicios a priori sobre todas las cosas. Parece ser, en efecto, que las masas están equivocadas y que los individuos siempre tienen razón. Hay que abstenerse de deducir normas de conducta al respecto, pues no necesitan ser formuladas para que alguien las siga.

Sólo dos cosas son importantes: el amor, en todas sus formas, con chicas bonitas, y la música de Nueva Orleans o de Duke Ellington. El resto debería desaparecer, pues el resto es feo...

[del Preámbulo a "La espuma de los días" 1946]




Hommage a Boris Vian.


Para empezar, esto de los bailes de disfraces es algo que debería estar prohibido. Son un coñazo para todo el mundo, y me parece que en pleno siglo XX no vamos a seguir vistiéndonos de bandolero siciliano o al estilo de Tosca, sólo para que te dejen entrar en su casa los padres de una chica que te gusta, pues a fin de cuentas éste era el problema (...) Ah, pues ella se lo había buscado. Me iba a disfrazar de mujer. Y todos sus amiguetes se me acercarían como moscas (...) [ella] se pasaría la noche mordiéndose los puños por haber organizado una fiesta de disfraces. A ver si no hubiera estado mucho más bonita con una florecilla entre los dientes y su fantástica piel sobre los hombros, excluyendo cualquier otra sofisticación.

[del inicio de "Con las mujeres no hay manera" 1950]



- No baila usted mal, para ser un adulto... - me dijo.
- Me enseñó mi abuelo - respondí.
- Se nota - se burló-. Pero por cinco centavos no se puede pedir mucho ritmo...
- De jive seguramente puede darme lecciones, pero yo puedo enseñarle otras cosas. Entornó los ojos.
- ¿Cosas de persona mayor?
- Depende de las dotes que usted tenga.
- Sí, ya la veo venir...
- Qué va a verme venir. ¿Alguien tiene una guitarra?
- ¿Toca usted la guitarra? - preguntó el chico.
Parecía despertarse, de repente.
- Toco un poco la guitarra - dije.
- Y también canta, entonces - dijo la otra chica.
- Un poco...
- Tiene la voz de Cab Calloway.

[de "Escupiré sobre vuestra tumba" de Vernon Sullivan 1946]
"On ne peut aimer toute sa vie que quelqu'un qu'on ne connaît pas".
On ne peut aimer...